lunes, 11 de junio de 2012

Inclusión Social, ¿para quién?



Por: Jinre.

Como ciudadano, no puedo dejar de desear para mi país un gobierno que por fin decida tratar de manera distinta a nuestros pueblos, con respeto, sin menosprecio y que deseche la primitiva conducta de quienes proponen que el derecho a protestar deba ser combatido a punta de balas y bombas contra compatriotas que sólo reclaman una mayor responsabilidad para con el medio ambiente por parte de la actividad minería.

De nuestro lado, nunca creímos que Ollanta fuese un político ideológicamente de izquierda. A lo mucho, advertimos en él un discurso que se mostraba diferente al de los otros candidatos que casi siempre son apoyados por la gran prensa. Ante lo evidente, había espacio para pensar que un gobierno suyo pudiera tratar con mayor sensibilidad los problemas que aquejan a pueblos como Espinar o Cajamarca. Lamentablemente, la actual conformación ministerial y las acciones hasta ahora impuestas, vienen siendo una muestra de que la tan mentada Inclusión Social, no se ha visto traducida en el cambio de nuevas políticas y de respeto decidido para con las comunidades del interior del país.

A contraposición, hemos podido en cambio observar con suma claridad que el gobierno de Ollanta ha sabido “incluir” y juntarse sin titubeos con los gremios de grandes empresarios de la Confiep y con otros dedicados a la extracción minera a gran escala, con quienes incluso viajó a Japón y Korea –léase Roque Benavides y Cía. -. A todo esto, hay que decir que cuenta además desde el inicio de su gobierno con un ministro de economía, que según muchos, está más a la derecha que el propio kuczynski; un ministro de comercio exterior líder del grupo empresarial exportador del país (ADEX), y un primer ministro empresario, ex militar, quien públicamente ha declarado su debilidad por el régimen corrupto y criminal del fujimontesinismo, sólo por mencionar unos cuantos.

No es que estemos en contra de que un gobierno cuente con gente experta en negocios y con empresarios de gran éxito comercial. Lo que llama la atención, es que sean precisamente estos personajes y gremios empresariales, quienes hicieron hasta lo imposible para que el actual presidente del Perú no llegara al sillón presidencial, los que ahora formen parte de su entorno más inmediato y le muestren su apoyo. Recordemos que estos personajes no sólo se opusieron de palabra, sino que además, invirtieron mucho dinero en publicidad y en encuestas dudosas para demoler la candidatura del entonces candidato nacionalista; según se dice, hicieron incluso “la chanchita” para traer de vuelta al Perú al periodista Jaime Bayli con la esperanza de tumbarse al, según ellos, “trasnochado” candidato.

Toda esta historia la conoce perfectamente el actual presidente de la república pues lo vivió en carne propia. Mientras esto sucedía, fueron muchas las personas -me incluyo- quienes pugnábamos acciones desde todos los frentes posibles para anteponer su candidatura en contra de la corrupta y delincuencial herencia del fujimorismo, y en contra de un archiconocido PPK, quien confesó en pleno mitin de Keiko ser admirador del régimen fujimontesinista.

Hoy, Cajamarca, Espinar, Majaz y otras tantas regiones del país, reclaman al actual gobierno una actuación distinta y más digna respecto a la contaminación ambiental; piden coherencia entre el discurso del entonces candidato y del ahora presidente de la república; piden respeto y defensa de sus aguas limpias, de sus tierras, en suma, de sus vidas, tal como se los prometió el otrora candidato nacionalista; piden que no le tiemble la mano frente a la soberbia de los grandes capitales como dijo que lo haría. Lamentablemente, en lo que va de este gobierno, estos pueblos sólo han recibido en esencia 14 muertos, desdén, estados de emergencia, encarcelamiento, calumnias y persecución de sus dirigentes.

Recordemos que en la provincia de Espinar del Cusco, Ollanta ganó en las ultimas elecciones presidenciales con más del 75 % de votos. A contraposición, ninguno de los empresarios que ahora forman parte del entorno del presidente, no sólo no votaron por él, sino que hicieron hasta lo imposible con su dinero para que no ganara; hoy quienes gozan de la atención gentil y acompañan a Ollanta constantemente, son esos empresarios que no lo querían ver ni en pintura, y los pueblos que votaron por él, como Espinar, no forman parte de su preferente atención presidencial.

Espinar pidió hace tiempo el diálogo y no fue escuchado. Hoy se les castiga con muertos, trato desmedido y un estado de emergencia.

Me pregunto: la Inclusión Social era para incluir a los pueblos que nunca fueron escuchados?, o era para “incluir” a la Confiep y otros neoliberales en el gobierno?. Tal vez no entendimos bien.

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