viernes, 13 de julio de 2012

Cajamarca: "Newmont" tiene que irse



Por: Jinre

Sostener que la actual situación conflictiva  que vive el pueblo cajamarquino se la debemos a Santos, Saavedra y al padre Marco Arana,  considero es un reduccionismo flojo que no cautela lo que ocurre realmente en Cajamarca. Las mencionadas personas sólo son las caras visibles, notorias, – y también hay que decirlo – de utilización mediática, de la protesta cajamarquina.

En todos estos años hemos sido testigos de los serios  efectos de la contaminación minera en Cajamarca, y conversando con la gente del campo que vive en las zonas de influencia de Conga, lo que se percibe es que nuestros campesinos sencillamente están hartos, cansados de Yanacocha. Se hace necesario entonces, exigir desde la opinión pública que se deje a un lado esa torpe fijación de que gran parte del conflicto en Cajamarca es porque Santos y “compañía” arrean las protestas, como si la población, que sufre en carne propia los efectos de la actividad minera, fuesen algo así como “borregos” y no tuvieran la autonomía y sensibilidad necesaria para movilizar y hacer escuchar sus reclamos. Ese reduccionismo, repito, además de evidenciar menosprecio, no ayuda  a ver el problema con la dimensión necesaria.

Efectivamente, la minería es una actividad que puede ser válida, pero como toda actividad humana, es susceptible también de cuestionamientos y críticas, sobretodo cuando hay razones fundadas para ello,  en ese sentido, en todos estos años Yanacocha ha acumulado deméritos suficientes para merecerlos.

Es cierto también que la explotación de los recursos naturales y sus beneficios económicos tienen una dimensión de alcance nacional. Pero no debemos olvidar algo que es vital: las secuelas y consecuencias de la contaminación por la explotación de estos recursos no siguen ese mismo razonamiento. La contaminación, la desaparición de las lagunas, los ríos sucios, los relaves, la eliminación de fauna y flora, la muerte de campos de cultivo, de formas de vida comunitarias y de la vida misma, se quedan en Cajamarca; esos pasivos no se redistribuyen, no se “comparten” con el resto del país. He ahí una razón poderosa más para entender los reclamos.

¿De qué vale entonces discursear que los recursos de la explotación minera sirven para hacer obras públicas, si al mismo tiempo estamos dejando sin agua, sin ríos, sin agricultura a una parte importante de Cajamarquinos?. ¿no es acaso irónico, por decir lo menos?.

Repito, algo que no se ha querido difundir adecuadamente es que Cajamarca no es que esté en contra de la actividad minera de manera absoluta. Sencillamente, no quieren más a la Newmont en su territorio por su pésimo accionar en los últimos 20 años. Ese desempeño deficiente, es algo que considero también debiéramos sancionar, además de constituir un acto de dignidad  como país. Hasta donde podemos advertir, la población de Cajamarca sí estaría dispuesta a aceptar otros proyectos siempre y cuando no agredan sus fuentes y recursos vitales de agua. Con seguridad en el mundo existen empresas que pueden ofrecer otras alternativas científicamente más viables y sin groseras afectaciones como las que propone el actual proyecto Conga.

Si por su mal accionar en estos últimos 20 años la empresa Newmont tiene que irse, sólo sería un acto de justicia. Si eso implica pagarle una indemnización, habría que hacerlo y trabajar la mejor negociación posible. A cambio, habremos defendido nuestros hermosos recursos naturales de manera responsable y sobretodo, evitaremos seguir matando a nuestros hermanos quienes protestan con justa razón. De este modo también, daríamos una señal de madurez  y un mensaje al mundo de que las inversiones en nuestro país son bienvenidas, pero con actuación responsable.

No se trata de darle gusto a uno o dos dirigentes como prejuiciosamente opinan algunos. Pensar así no contribuye a nada. Se trata de atender los justos reclamos de la población cajamarquina y entender sobretodo que aquí está en juego la vida de miles de personas, campesinos, hermanos nuestros –al menos para quienes los sentimos como hermanos- . Es necesario entender que este tema no se simplifica en aspectos meramente económicos o jurídicos, sino y sobretodo, constituye un tema humano, de defensa de la vida, que es la primera ley que debemos defender.

viernes, 6 de julio de 2012

Cajamarca es un ejemplo de amor a la vida


Por: Jinre.

Hay que hacer muy fuerte esta cadena de solidaridad.

Nuestros hermanos de Cajamarca están pagando con sus muertos el derecho a ser escuchados. Es un precio demasiado alto.

Necesitan de nuestra solidaridad pues sus reclamos son sencillamente justos.

Por ello, es necesario contrarrestar la visión miope y soberbia con que los grandes medios de comunicación de la capital pretenden vendernos la noticia día a día.

Este problema no se reduce a “Santos” o “Saavedra”, ni a un par de revoltosos con “apetitos electorales”. Esa estrategia de desprestigio solo responde a querer hacer oídos sordos a los verdaderos motivos que guían los reclamos de nuestros hermanos cajamarquinos:

Que no se elimine o mate ninguna laguna; que no se contaminen sus ríos, sus tierras. No quieren reemplazar sus bellos recursos hídricos naturales a cambio de piscinas gigantes. El problema en esencia y de fondo no son una o dos personas que son utilizadas mediáticamente por la prensa y el gobierno.

Son nuestros miles de hermanos de conducta honesta y condición sencilla quienes hoy están hartos de los abusos de tantos años de una minería destructora y que ahora sólo desean proteger su tierra, sus aguas limpias, sus hogares, sus bellas campiñas, y con esos actos nobles, nos están dando hermosos ejemplos de lo que significa amar la vida.

Policías pandilleros, desprecio y abuso


Por: Jinre.

Siempre he dicho que quienes se juntan en gran número, haciendo “mancha” para “abollar”, golpear con ira incomprensible y sin compasión alguna a una sola persona, son unos perfectos y –como suele decir la derechista Lourdes Alcorta- unos  “reverendos cobardes”.  Son muchas las veces que con seguridad hemos visto las denigrantes imágenes de pandilleros o grupos de jóvenes disociados que en cantidad numerosa y con ademanes que supuestamente denotan valentía  y arrojo,  arremeten contra una sola persona golpeándola sin piedad en cualquier parte del cuerpo  con patadas, puñetes y hasta con elementos contundentes  – llámese palos, varas, etc. – sin ponerse a pensar  por un solo momento en el grave daño y dolor que pueden estar causando a quien agreden, incluso, sin importar si le causan la muerte.

Estas conductas desde luego no constituyen de ninguna manera la expresión de personas  valientes ni mucho menos, sino más bien, representan la más vergonzosa expresión de cobardía, propias de un ser cagón que se siente capaz de actuar de esa forma sólo cuando están respaldados por una “mancha” de otros cagones como él. La supuesta “valentía” bajo estas circunstancias, no se expone en condiciones de igualdad de oportunidades contra un circunstancial contrincante o adversario, sino, bajo condiciones de abuso y supremacía en número y cantidad. O sea, de manera cobarde. La irracional forma de golpear a una sola persona que tienen estos pandilleros, resulta más que  indignante en tiempos  como los que vivimos, en los que se supone ya hemos superado épocas primitivas de la historia del hombre.

Tales barbaridades, sólo pueden ser analizadas y entendidas como actos propios de personas que actúan al margen de la Ley. Sin embargo, el día ayer en la noche, pudimos ver por las redes sociales y por la televisión, estupefactos, sorprendidos, indignados, cómo un grupo de por lo menos  14 efectivos de nuestra Policía Nacional del Perú, decidieron por sí mismos apresar al sacerdote cajamarquino Marco Arana –suspendido momentáneamente en sus funciones por Cipriani – , a quien le propinaron desde el primer instante y sin mediar ningún diálogo, duros golpes en todas partes del cuerpo, sentado, en el suelo y también mientras lo conducían a la delegación policial de dicha ciudad. Posteriormente se supo también que al interior de la dependencia policial,  mujeres y hombres policías siguieron golpeándolo e  insultándolo; le mentaron la madre, le dijeron “hijo de puta” y hasta lo abofetearon en más de una oportunidad.  La verdad resulta incomprensible la bajura con que actuaron estos efectivos policiales quienes copiando e imitando el accionar de  pandilleros forajidos, arremetieron a golpes contra una persona desprotegida, sola y sin intenciones de resistencia a la autoridad, la misma que sólo atinó a increparles a los policías que no lo golpearan, pues desde luego, no tenían ningún derecho a hacerlo. Ante esto, lo más lamentable, es que tanto estos policías, así como otros líderes de opinión y autoridades, no se han detenido siquiera a reparar en la capacidad dialogante, inteligencia y elevada calidad humana que posee el padre Marco Arana, quien siempre ha evidenciado una actuación sensata y de apoyo indesmayable para con las capas más desfavorecidas de nuestra sociedad, por lo que esta triste agresión, resulta aún más incomprensible.

La actuación que viene evidenciando la Policía Nacional en Cajamarca y otros lugares donde han habido manifestaciones de protesta social, con muertos y decenas de heridos, no es, sino, la expresión práctica del desprecio y soberbia que se evidencia día a día a través de los grandes medios. La indolencia e incomprensión de los justos reclamos de los cajamarquinos es ninguneado a cada instante tanto por autoridades, como por los grandes medios de comunicación, quienes sólo atinan a repetir que nuestros miles de hermanos son poco menos que “borregos” o seres sin capacidad de actuación propia y que sólo “responden a consignas de unos cuantos politiqueros revoltosos” .  Ante esto, necesitamos con urgencia de actores sociales que nos permitan vislumbrar un trato respetuoso a todas las personas por igual. Pero también necesitamos desechar la idea campeante que pretende con soberbia ordenar al mundo y la vida de los demás desde la tranquilidad distante de nuestras vidas citadinas y lejos del sufrimiento que día a día viven nuestros HERMANOS del interior.

Cajamarca ha vivido los  últimos 20 años de minería engañosa y abusiva, de mentiras y prepotencia empresarial, de daño ambiental irreversible, de contaminación de sus ríos y tierras, de derrame de mercurio e intoxicaciones masivas, y todo gracias a la complacencia de las autoridades de turno con el gran capital minero; hoy, el proyecto Conga se muestra como la expresión de continuidad de lo que ya han vivido, por eso los cajamarquinos no confían en esta empresa y hoy más que nunca necesitan la atención responsable de sus reclamos que vienen afirmando con conmovedora persistencia; Cajamarca siempre fue un pueblo pacífico y la violencia que hoy se desata sólo es producto de un conjunto de malas actuaciones oficiales que han venido agrediendo su dignidad como pueblo.

jueves, 5 de julio de 2012

El Reservorio de Agua de Roque Benavides

Por: Jinre.
 
El “Reservorio de Agua” de San José en Cajamarca.

No es nueva la idea de proponer la construcción de reservorios artificiales de agua, tal como lo ha prometido recientemente uno de los principales accionistas del Proyecto Minas Conga, Roque Benavides.

Esa propuesta dice que multiplicará por diez la cantidad de agua que hoy posee Cajamarca y es una promesa más de las tantas que se han hecho e incumplido a lo largo de 20 años de minería en Cajamarca y que hoy el mismo presidente “pisa el palito”  haciendo suya tal ocurrencia.

Sin ir muy lejos, hace unos pocos años Yanacocha ofreció construir un reservorio de nombre San José. Dicho reservorio fue inaugurado por Alan García en el año 2008 y en ese instante se dijo que tendría el tamaño del Estadio Nacional  y que abastecería sobradamente de agua a toda Cajamarca.

Para que vean que nuestros hermanos Cajamarquinos tienen justas razones para desconfiar de esta empresa y por tanto ejercer la defensa de sus lagunas,  veamos las siguientes imágenes:

Alan García con sombrero y poncho cajamarquino en la inauguración del famoso reservorio San José.

Así lucía el reservorio artificial San José el día de su inauguración el 28.ABR.2008. Fíjense el color del cerro al costado, afectado por la actividad minera.

Dos meses después, el reservorio se rompió y al mes de Julio del 2012 el famoso reservorio de  San José está vacío. 

En aquel entonces se dijo que este reservorio abastecería de agua a toda Cajamarca. Hoy Roque Benavides dice que multiplicarán por diez la cantidad de agua existente.

Es claro que un reservorio artificial  jamás reemplazará a una laguna natural.

¿Algo más qué decir?

miércoles, 4 de julio de 2012

La fábrica Lucchetti y Conga


La Fábrica Lucchetti y Minas Conga.

Lima y Cajamarca. 

Por: Jinre.

Aunque las dimensiones del problema son diferentes en forma, en esencia hablamos de dos casos similares de los cuales valdría la pena establecer ciertos aspectos concurrentes:

Algo por lo que debiéramos empezar sin duda alguna, es que ambos casos tienen en esencia un punto en común: tanto la fábrica de fideos Lucchetti, así como el Proyecto Minero Conga, fueron y son cuestionados por su grave atentado al medio ambiente y al equilibrio ecológico; claro está,  las dimensiones de atentado al medio ambiente en Cajamarca, serían mucho más graves y de dimensiones aún inimaginables.

Sin mayores magnificaciones, con datos claros y sencillos, esbozaremos sólo algunas consecuencias paralelas entre el caso Lucchetti y el Proyecto Minero Conga.

Fábrica Lucchetti Proyecto Minero Conga
Esta fábrica atentaba contra la reserva de Los Pantanos de Villa, donde cohabitan  45 especies de plantas; 12 especies de peces;  250 especies de aves;  2 especies de reptiles; 2 especies de roedores; 75 especies de insectos acuáticos; 12 familias de arácnidos; 7 especies de moluscos;  1 especie de batracios y 67 especies de algas. La minera Conga pretende instalarse en zona de Cabeceras de Cuenca, es decir, lugar donde nacen las aguas a 3,000 y 3,500 msnm y desde donde discurren hacia las partes intermedias y bajas de las cuencas para de ahí bajar hacia la mar, estas luego retornan a la sierra en forma de lluvia para depositarse otra vez en los espacios formados de manera natural; CONGA eliminará 4 lagunas de gran dimensión en cuyos espacios la mina pretende su utilización como botaderos (basureros) de relave de mineral y también para la excavación en busca del oro; con la eliminación de estas lagunas, se atenta contra  cientos de bofedales y humedales que son los espacios donde habitan gran cantidad de animales migrantes y vegetación; miles de puquiales y riachuelos que conforman un complejo sistema hídrico natural que alimentan las lagunas y las tierras de cultivo de las comunidades serán obviamente eliminados; con esto se afectará seriamente la vida de decenas de miles de especies vivas que habitan estos lugares, entre ganado vacuno, porcino, ovino, equino, caprino, reptiles, etc. por la eliminación de sus espacios de vida natural; se eliminará el hábitat de miles de garzas, gaviotas serranas, decenas de especies de insectos acuáticos, batracios, paucullas, vizcachas, truchas y otras decenas de animales silvestres; afectará la vida y hogares de  miles de Seres Humanos, no sólo animales y plantas, sino, hermanos  campesinos que habitan estas zonas desde hace siglos.
Lucchetti fue entregada a través de un tráfico de influencias en el gobierno de Alberto Fujimori (ver Vladivideo) Los actuales capitales destinados para el proyecto Conga, provienen de la empresa Newmontt, dueña de Yanacocha, y esta se gestó también con serias dudas en la concesión durante el gobierno de Alberto Fujimori, tal como lo evidencian los reportes realizados incluso por una parte de la prensa norteamericana quienes han publicado estas denuncias en la Web.
Lucchetti afectaría los niveles de abastecimiento de agua por la explotación de pozos naturales, los mismos que abastecen a los  Pantanos de Villa. El Proyecto Minero Conga afectará las aguas de 4 hermosas lagunas gigantes, así como las aguas de todo el complejo sistema hídrico natural que llegan hasta las cuencas e irrigan los campos de cultivo.
La eliminación de monóxido de carbono, chimeneas y  desagües, afectarían el sistema ecológico impidiendo que las aves migratorias lleguen a los Pantanos de Villa. Los relaves de mineral y los trabajos a tajo abierto de CONGA eliminará el habitad natural de las especies vivas que ahí habitan, -animal y vegetación-. Los ríos se contaminarán y las plantas de Ichu que retienen humedad así como los pastizales para ganado, desaparecerán.

Recordemos que por el caso Lucchetti en aquel entonces se promovió toda una campaña de sensibilización en Lima que contó con la aprobación de la opinión pública de la capital para que dicha empresa no llegue a operar, todo ello,  no obstante que la fábrica ya había sido construida y estaba a punto de comenzar sus funciones. En definitiva, Lima se puso de pie y se indignó ante el evidente grave atentado ecológico y contra la vida animal en riesgo de muerte que  habitaban y habitan los Pantanos de Villa.

Por otro lado, Minas Conga está en Cajamarca, uno de los departamentos más olvidados del Perú, ubicado en la serranía del norte peruano y lejos de la tranquilidad citadina de Lima. En suma, lejos del entendimiento capitalino de lo que significa la vida de los campesinos de la sierra, pero tal vez, muy cerca también del desdén y desinterés de los líderes de opinión y de los medios de comunicación que reciben millonarias sumas en publicidad por parte de la gran minería.

No obstante el paralelo establecido, el daño y afectación al ecosistema y a la vida que produciría Minas Conga en Cajamarca, es miles de veces más grave de lo que hubiese afectado Lucchetti en Lima; Minas Conga no sólo afectará la vida de la vegetación y fauna, sino y por sobretodo, afectará la vida de seres humanos que viven desde hace siglos en estas zonas. ¿Acaso esto último no sería suficiente para mostrar una mayor indignación?

Por qué entonces no entender como es debido la indignación y el justo reclamo del pueblo cajamarquino?

Acaso es porque Minas Conga no está en Lima, sino, en Cajamarca?

Acaso es porque no serán limeños los afectados, sino, serán serranos cajamarquinos?

¿Alguna vez nos miraremos todos con igual respeto en el Perú?


Fuentes:

Wikipedia.